El verdadero amor,
es poder oler el aire que respira tu pareja,
es encontrar la otra mitad de tu alma,
es sentir necesaria su presencia,
y más que nada, saber esperar a su llegada.
Disfruta cada día como si fuera el último
ya que uno nunca sabe cuando llegará
el último día de nuestras vidas,
y recuerda que la satisfacción de llegar a la meta
no es llegar a la meta
sino todo lo que se vive en el camino
para poder llegar a ésta.